Encuentros

La piba con la jarra en mano no para de tomar, se empieza a marear y ya no comprende si es la música que la hace flashar o es el alcohol que se hace notar. No pares de tocar, tu arte la hace vibrar. Le pasa la jarra al pibe de la guitarra, mientras lo ve tomar piensa que no le puede gustar mas. Busca su mirada que esta perdida, y de repente se tropieza con la suya. La sonrísa picara empieza a asomar, ojos chinos la hacen delirar. Con pasos torpes pero firmes empieza a avanzar, no tiene miedo sabe que él la va cuidar. Y así como si nada, como si por arte de magia, descubre que aquél encuentro con sabor a vino barato, es la droga mas mortal que una piba como ella haya podida probar.

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