De qué estás hecho

Todo el mundo siempre te preguntan quién sos, cómo te llamas, dónde vivís, cuántos años tenes, pero lo que nunca ví es alguien preguntándote de qué estas hecho. Por que no es lo mismo hablar de quién es uno, de tu sexo, de tu género, de tu desendencia, de tu domicilio, que hablar de cuales son tus sueños, tus miedos, tus experiencias, tus gustos, de tu personalidad. Para mí, aquello que somos esta ultramente vinculado a lo de qué estamos hechos.
Quiero menos gente preguntando de dónde sos, y más de dónde venís, hacia donde vas. Menos cuántos años tenes, y más qué hiciste en todo ese tiempo, qué te hicieron en todo ese tiempo. ¿Te rompieron el corazón, te decepcionaron, te subestimaron, te sentiste solo y vació alguna vez a pesar de estar rodeado de gente? ¿Lloraste hasta quedarte dormido? ¿Alguna vez te dieron el beso de las buenas noches?  ¿Conociste a alguien que sabes que nunca vas a olvidar? ¿Fuiste feliz? ¿Sos feliz? Y si no lo sos, ¿qué te falta para serlo? Y si lo sos, ¿qué factores te hacen sentir así?
Pero no, me preguntas cuantos años tengo y al darte cuenta de que son muchos menos de los que vos tenes te empezas a sentir superior y me tratas como si fuera un nene que llora porque se da cuenta que se esta terminando de comer su chupetín pero su inocencia no lo deja comprender que cuanto más rápido chupa más rápido se termina y menos lo pudo disfrutar.
Pero no, me preguntas de dónde soy, de todos lados te digo. No tonta, donde vivís. En Merlo, como si una localidad, como si un barrio, como si un techo pudieran decir algo de mi. Y cambias de tema, e ignoras que detrás de ese dónde vivo, se escondía un Ituzaingo, un barrio natal, una sangre tan barrial como la de mis parientes que allá lejitos están y que me esperan porque siempre vuelvo por un mate más.
Pero no, me preguntas que voy a estudiar. Y cuando te digo que no se, que todavía no me decidí me atacas con que me falta poco para terminar y que si no estudio nunca voy a conseguir trabajo. Pero no me preguntas cuales son mi sueños, y si en ellos incluyen el estudio. Porque repetís como robotito del sistema lo que el capitalismo sin darte cuenta te susurra al oído, y olvidas que para ser feliz, aveces, no se necesita estudiar.
Entonces si queres saber de mi, la próxima preguntame de qué estoy hecho.
Estoy hecha de sueños, esos que aveces los abraza el miedo y nos los deja brillar. Porque los sueños y los miedos creen que están enamorados pero en realidad viven una relación tóxica donde miedo esta matando a sueño cada día un poquito más. Estoy hecha de amistades que ya no están, aquellas que dolieron, aquellas que decepcionaron, aquellas que sin darnos cuenta se fueron apagando. Aquellas que eran otra cosa, y no amistad y que para darme cuenta me costaron la soledad. Estoy hecha de amores, y desamores. Esos que fueron correspondidos, y tambien estoy hecha de aquellas decepciones que te da una persona cuando te demuestra que no es lo que vos esperabas de ella. Estoy hecha de inseguridades, ya sabes, esas que te hacen pensar, dos, tres, cuatro, veces antes de hacer las cosas, o que te dicen que directamente no las hagas. Esas que saben de límites y prefieren ser precavidos antes que lanzarse y caer al vacío. Estoy hecha de muchas cosas y casi todas están vinculadas a lo que soy. Porque no sería nada, si no tuviera en cuenta de que estoy hecha. Todas esas cosas, me hacen ser la persona que soy hoy.
Y ¿quién soy entonces?
Soy la nieta de mis abuelos, soy la hija de mi viejo. Soy lo que siento cuando siento el olor a cafe de filtro con leche, o el olor a jazmín. Soy esa casa que me dio refugio desde que nací, que hoy son escombros quién sabe dónde. Soy ese barrio que me vió caerme con la bici, jugar a la escondidas, rasparme las rodillas. Soy esa pileta en verano con mi prima, soy esa hamaca donde colgaban todos los primos. Soy las discusiones familiares, soy los abrazos en año nuevo. Soy las noches hablando con mi viejo mirando el cielo. Soy las siestas con mi abuela mirando la novela mexicana. Soy la perdida de familiares. Soy las marchas a las que fui, soy el grito que pegue. Soy la lucha estudiantil, y por las que ya no están. Soy el enojo y la tristeza de no ver mas a personas que pensé iban a estar para siempre. Soy el primer amor de mi vida, y las cosas que todavía siento cuando te pienso. Soy esa despedida con mis amigas, soy ese llanto juntas. Soy el viaje de visita y todas las canciones que me hacen llorar o reír. Para redondear: Soy el barrio que me vio crecer de Ituzaingo, soy el colegio y la preadolescencia de Hurlingham, soy la plaza que me vio llorar de Morón, soy la secundaria y las personas mas importantes que tengo de Merlo.
Soy muchas cosas y tal vez nunca pueda llegar a escribirlas todas. En resumen soy todo lo que fui, porque no se deshacen los recuerdos y las experiencias y todas esa cosas, me trajeron hasta acá.
La pregunta que sigue es ¿quién quiero ser?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Abandono

Aprendizaje

Idealización